Casi que no. The Crying Light, el último álbum de Antony & the Johnsons, ha estado en mi poder desde que salió, y sólo hasta hoy logró convencerme de que es uno de los que se merece ser resaltado como uno de los mejores del año. Todo, gracias a un dia lluvioso.
No es bueno escuchar a Antony todo el tiempo, pero cuando el tiempo es apropiado para escuchar a Antony, no hay nada mejor.
En The Crying Light el sentimentalismo está nuevamente a flor de piel, esta vez mientras Antony nos canta más acerca de cosas alrededor de él que de él, siendo hasta un poco sorprendente que el álbum me suene más seco y estéril que su obra maestra anterior, I Am A Bird Now. Si me guiara por la carátula, depronto hasta no estoy tan equivocado.
Así como su excelente Another World EP lo insinuó, Antony está ampliando la gama de instrumentos que utiliza para apoyar su voz y estilo particular. Por ejemplo, esta vez las guitarras se hacen notar más en varias de sus canciones; las acústicas, como en Epilepsy Is Dancing y la excelente The Crying Light, combinan muy bien con los instrumentos de viento y las trompetas, pero las eléctricas, como en Aeon, suenan menos gloriosas. Igual, bien por el intento.
Mis canciones favoritas, por el momento, tienen que ser la alegre Kiss My Name, la imposible de contar The Crying Light, y las hermosas historias de amor que son Daylight and the Sun y Dust and Water. Aunque como álbum The Crying Light no supera, en mi opinión, el grandioso I Am A Bird Now, si nos da 40 minutos calmados y potencialmente entristecedores que muchos no dejaremos de escuchar este año. Que se lo llore...
[Stream Album: Antony & the Johnsons - The Crying Light]
... y se lo compre.
No es bueno escuchar a Antony todo el tiempo, pero cuando el tiempo es apropiado para escuchar a Antony, no hay nada mejor.
En The Crying Light el sentimentalismo está nuevamente a flor de piel, esta vez mientras Antony nos canta más acerca de cosas alrededor de él que de él, siendo hasta un poco sorprendente que el álbum me suene más seco y estéril que su obra maestra anterior, I Am A Bird Now. Si me guiara por la carátula, depronto hasta no estoy tan equivocado.
Así como su excelente Another World EP lo insinuó, Antony está ampliando la gama de instrumentos que utiliza para apoyar su voz y estilo particular. Por ejemplo, esta vez las guitarras se hacen notar más en varias de sus canciones; las acústicas, como en Epilepsy Is Dancing y la excelente The Crying Light, combinan muy bien con los instrumentos de viento y las trompetas, pero las eléctricas, como en Aeon, suenan menos gloriosas. Igual, bien por el intento.
Mis canciones favoritas, por el momento, tienen que ser la alegre Kiss My Name, la imposible de contar The Crying Light, y las hermosas historias de amor que son Daylight and the Sun y Dust and Water. Aunque como álbum The Crying Light no supera, en mi opinión, el grandioso I Am A Bird Now, si nos da 40 minutos calmados y potencialmente entristecedores que muchos no dejaremos de escuchar este año. Que se lo llore...
[Stream Album: Antony & the Johnsons - The Crying Light]
... y se lo compre.
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