No había manera de evitarlo. Si yo no me hubiera enamorado del estilo/energía/aura de Beach House hace ya un par de años, seguro que eventualmente igual me hubiera pasado con su segundo lanzamiento, Devotion. Victoria Legrand y Alex Scally se refugiaron una vez más en sus correspondientes teclados viejos y guitarras engañadoras, para crear el mejor álbum de pop soñador del 2008:
Si usted es uno de los que cayó redondito con Beach House, su primer álbum en el 2006, depronto le pasó lo mismo que a mi. Su álbum debut fué tan bueno que un par de escuchadas de este segundo no me hicieron sentir nada (algo similar a lo que me pasó con el de Hot Chip). Las expectativas a veces son la cagada. Afortunadamente, y porque las cosas buenas se dejan ver de alguna manera u otra, el álbum finalmente hizo click en mi. Beach House pudo no haber cambiado su estilo radicalmente, el cual era ya placentero y único en el momento, pero definitivamente, hoy en día ya tengo la confianza de decirlo, si lo mejoró.
Devotion suena menos triste y menos apesadumbrado que Beach House, con Victoria dándole rienda suelta a la parte tierna y alegra de su voz, siguiendo el camino de la que en su momento era su mejor canción, Master of None. Todavía con una guitarra que no parece guitarra, unos teclados que cambian el escenario de sus canciones, yendo facilmente de una inocente pianoleta a un órgano de iglesia, una percusión supremamente delicada, y su característica drum machine, sus nuevas canciones suenan más elaboradas.
Desde que Devotion se apoderó de mi cabeza, casi todas sus canciones me dieron la melodía con la que me despertaba al dia siguiente, sobretodo porque con ellas me iba a dormir, y cada una de ellas, en algún momento u otro, pasó por el trono de ser mi canción favorita del momento. Al escuchar con cuidado concluí que Gila, Heart of Chambers, Astronaut y D.A.R.L.I.N.G. en realidad son inmediatas, e impecablemente hermosas, pero son canciones como Holy Dances y You Came to Me en donde el duo me sorprendió aún más, esta vez, al cambiar el ritmo tan suave y sutilmente cerca de sus mitades, haciéndome considerar que depronto no es tan falso que 2 = 1.
La única peca de Devotion no es original de Beach House. Some Things Last a Long Time es original de Daniel Johnston, jamás la he escuchado antes, pero es fácil notar como afecta el flujo del álbum. No es mala, simplemente suena fuera de lugar. De resto, tanto las canciones que he nombrado como las que no, son pasos hacia adelante en el camino que esta banda se está abriendo paso. Si no fuera por el fuerte impacto que Destroyer y su nuevo álbum ha tenido en mi este año, como nuevo artista a mis oidos, seguramente Devotion sería mi mejor álbum de este 2008 en lo que llevamos. Quién sabe... depronto las cosas cambian después.
Por ahora hágase el favor de tener los mejores 44 minutos de hoy:
Y si esos 44 minutos si fueron así, cómpreselo, no sería buenísimo tener 44 minutos placenteros un dia cualquiera?
Si usted es uno de los que cayó redondito con Beach House, su primer álbum en el 2006, depronto le pasó lo mismo que a mi. Su álbum debut fué tan bueno que un par de escuchadas de este segundo no me hicieron sentir nada (algo similar a lo que me pasó con el de Hot Chip). Las expectativas a veces son la cagada. Afortunadamente, y porque las cosas buenas se dejan ver de alguna manera u otra, el álbum finalmente hizo click en mi. Beach House pudo no haber cambiado su estilo radicalmente, el cual era ya placentero y único en el momento, pero definitivamente, hoy en día ya tengo la confianza de decirlo, si lo mejoró.
Devotion suena menos triste y menos apesadumbrado que Beach House, con Victoria dándole rienda suelta a la parte tierna y alegra de su voz, siguiendo el camino de la que en su momento era su mejor canción, Master of None. Todavía con una guitarra que no parece guitarra, unos teclados que cambian el escenario de sus canciones, yendo facilmente de una inocente pianoleta a un órgano de iglesia, una percusión supremamente delicada, y su característica drum machine, sus nuevas canciones suenan más elaboradas.
Desde que Devotion se apoderó de mi cabeza, casi todas sus canciones me dieron la melodía con la que me despertaba al dia siguiente, sobretodo porque con ellas me iba a dormir, y cada una de ellas, en algún momento u otro, pasó por el trono de ser mi canción favorita del momento. Al escuchar con cuidado concluí que Gila, Heart of Chambers, Astronaut y D.A.R.L.I.N.G. en realidad son inmediatas, e impecablemente hermosas, pero son canciones como Holy Dances y You Came to Me en donde el duo me sorprendió aún más, esta vez, al cambiar el ritmo tan suave y sutilmente cerca de sus mitades, haciéndome considerar que depronto no es tan falso que 2 = 1.
La única peca de Devotion no es original de Beach House. Some Things Last a Long Time es original de Daniel Johnston, jamás la he escuchado antes, pero es fácil notar como afecta el flujo del álbum. No es mala, simplemente suena fuera de lugar. De resto, tanto las canciones que he nombrado como las que no, son pasos hacia adelante en el camino que esta banda se está abriendo paso. Si no fuera por el fuerte impacto que Destroyer y su nuevo álbum ha tenido en mi este año, como nuevo artista a mis oidos, seguramente Devotion sería mi mejor álbum de este 2008 en lo que llevamos. Quién sabe... depronto las cosas cambian después.
Por ahora hágase el favor de tener los mejores 44 minutos de hoy:
Y si esos 44 minutos si fueron así, cómpreselo, no sería buenísimo tener 44 minutos placenteros un dia cualquiera?
P.D> Aquí está lo que piensa el Chato Heston.
2 comments:
Lindo, muy lindo, lindisimo. Desde que oí Gila en este blog quede enamorado, como dice usted, es una de sus canciones de efecto automático.
Si, es severo. Yo tenía ganas de poner una canción de aquí ayer, pero ninguna hubiera pegado.
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