Como de novela...

Mi mamá tuvo alguna vez un almacén de ropa en sociedad con dos medio hermanos de ella en la ciudad de Bucaramanga. No me acuerdo cuántos años tenía yo pero no debían ser muchos pues me la pasaba jugando con mis carros en la puerta del almacén. Un buen dia un joven como aseñorado se me acercó y empezó a hablarme como con ternura y curiosidad... me preguntó de todo... mi nombre, cuántos años tenía, insistió preguntándome mi apellido para enseguida ponerse a jugar conmigo un rato a los carros. Yo ya no estaba en la puerta del almacén, estaba más cerca del andén porque era más chévere jugar con los carros encima del asfalto. Yo no era pendejo y pues ya iba a devolverme de una hacia el almacén, huyendo del demasiado amable personaje, cuando para mi sorpresa me encontré con la mirada de aprobación de mi mamá que estaba firme de pie en la puerta pendiente de lo que pasaba.

Después de un poco de juego siguió mi turno de preguntar. Cuál es su nombre? le pregunté... su nombre era Fabio Osorio. Conocí a mi primer medio hermano, nunca más lo volví a ver.

--------------------------------------------------------------------------------------

Hoy tuvimos una comida con mi madrina Fanny y su hijo Elkin. Comimos en El Corral. Parte de la conversación fluyó alrededor de mi padre que casi nunca estuvo y de como mi mamá me sacó adelante como un ejemplo más de la berraquera de las madres solteras. La otra parte fue más acerca de cómo vivía yo por allá en USA y de cómo logré conseguir lo que hoy tengo en Rutgers, que para cualquier persona que no esté en un medio académico o por lo menos entre gente que le de por hacer Doctorados, se hace de lo más increible que se pueda lograr.

Como siempre, las hamburguesas estuvieron deliciosas (aunque yo me comí una ensalada!). Las mujeres siguieron hablando más y los hombres nos pusimos a hablar de blogs, de computadores y hasta de Los Mormones, pero llegó el momento de partir. Con mi madre cogimos el primer taxi que estaba parqueado dentro del Exito y mi madrina con su hijo se apropiaron del tercero.

De camino hacia la casa, mientras yo hablaba por celular para empezar a cuadrar que película nos ibamos a ver con mis amigos, a mi mamá le dieron unas ganas súbitas por encontrar un lapicero para anotar algo muy importante... que qué es mamá? yo tengo papel en la maleta pero no lapicero, le dije... qué número es y yo me lo memorizo... aich no, es algo que necesito anotar, no se preocupe, me dijo.... con voz rara. Uno sabe facilmente como notar la voz rara de la mamá, pero la conversa con Edwin estaba a punto de concluir que no ibamos a ver película, dejándome sin planes para la noche, asi que lo dejé para preguntarle después. Nos bajamos, mi mamá se alejó rapidamente hacia la portería del edificio donde vivimos y pues obvio, me tocó pagar la carrera.

Mamá, qué es lo que pasa???? ... Mijo, para lo que quería el lapicero era para decirle que estábamos montados en el carro de otro medio hermano suyo, Alfredo Osorio. En serio?... lástima, le dije. Lo único que le pude ver fueron los ojos que una sola vez me encontré en el retrovisor en medio de mis afanes por ir a cine.

--------------------------------------------------------------------------------------

Postdata: Hoy mi mamá me contó que son cinco los hijos del matrimonio de mi papá: Fabio, Oscar, Alfredo, Clara y Marina, que en paz descanse. Los de no-matrimonio somos varios más creo... alguna vez mi mamá me contó en un bus de camino al trabajo de ella, pero la parada del bus llegó o a mi simplemente se me olvidó. Qué chistoso, hoy pienso que si mi papá no me hubiera dado su apellido y me hubieran dejado Eduardo Enrique Triana, hasta le hubiera dado las gracias, porque esto de los cuatro nombres por allá en Estados Unidos es un dolor de cabeza!