Hace dos años Evangelicals lanzó el álbum (So Gone) que les abrió las puertas del mercado de la música independiente, pero ese hecho se quedó en el aire pues su nombre realmente no se dió a conocer. Sólo unos pocos críticos tuvieron la visión de destacarlos y alertar a unos cuantos del buen futuro que se proyectaba para esta gente. Dos año después, Evangelicals está de vuelta con The Evening Descends, un álbum concepto y uno de mis mejores álbums del 2008:
La carátula dice un resto. Yo ya había hecho el comentario que The Evening Descends me parece una colección de cuentos de brujas. Una muy buena, adictiva y de esas que, como a cualquier niño, me gustaría que me la contaran cada noche que estuviera en una fogata de bosque en medio de la oscuridad.
The Evening Descends comienza mamando gallo. Me recuerda a la banda default con la que tanto se les compara, The Flaming Lips. Evangelicals también son de Oklahoma y comparten un poco de esa locura, buen humor y ganas de contar historias que parece flotar en el aire por allá. Pronto cotinua con uno duo matador, Midnight Vignette y Skeleton Man, las que rotan en mi cabeza cada vez que las escucho, una tras la otra, como la mejor película de terror burlón hecha canción. Este par son la bandera de este álbum, pero definitivamente no son lo único valioso que The Evening Descends tiene para ofrecer. Después de una primera buena impresión, el resto de canciones más que satisfacen y poco a poco se abren paso entre las cosas que uno tatarea cuando camina por ahí. Puta, de hecho me encantan. Todas están llenas de sonidos, voces y efectos chistosos que me sorprenden tanto por su ubicación como por lo bobos (en el buen sentido de la palabra) que son. Pero mentiría si no admito que por encima de todos esos detalles lo que más me trama es la voz del líder de la banda, Josh Jones, un man que con su voz de tornillo desatornillado (y buenos looks) está destinado a tomarse el mundo.
Ojalá esté leyendo este post de noche y tenga 45 minutos para escuchar este belleza de (relativamente) nuevo álbum. Saque una cerveza, apague la luz y ponga play. El mejor cuento de brujas del 2008 está a punto de cautivarlo:
Ah si, y cómpreselo que los buenos se lo merecen.
La carátula dice un resto. Yo ya había hecho el comentario que The Evening Descends me parece una colección de cuentos de brujas. Una muy buena, adictiva y de esas que, como a cualquier niño, me gustaría que me la contaran cada noche que estuviera en una fogata de bosque en medio de la oscuridad.
The Evening Descends comienza mamando gallo. Me recuerda a la banda default con la que tanto se les compara, The Flaming Lips. Evangelicals también son de Oklahoma y comparten un poco de esa locura, buen humor y ganas de contar historias que parece flotar en el aire por allá. Pronto cotinua con uno duo matador, Midnight Vignette y Skeleton Man, las que rotan en mi cabeza cada vez que las escucho, una tras la otra, como la mejor película de terror burlón hecha canción. Este par son la bandera de este álbum, pero definitivamente no son lo único valioso que The Evening Descends tiene para ofrecer. Después de una primera buena impresión, el resto de canciones más que satisfacen y poco a poco se abren paso entre las cosas que uno tatarea cuando camina por ahí. Puta, de hecho me encantan. Todas están llenas de sonidos, voces y efectos chistosos que me sorprenden tanto por su ubicación como por lo bobos (en el buen sentido de la palabra) que son. Pero mentiría si no admito que por encima de todos esos detalles lo que más me trama es la voz del líder de la banda, Josh Jones, un man que con su voz de tornillo desatornillado (y buenos looks) está destinado a tomarse el mundo.
Ojalá esté leyendo este post de noche y tenga 45 minutos para escuchar este belleza de (relativamente) nuevo álbum. Saque una cerveza, apague la luz y ponga play. El mejor cuento de brujas del 2008 está a punto de cautivarlo:
Ah si, y cómpreselo que los buenos se lo merecen.
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