Una de las razones por las que voy los domingos a Brooklyn es porque JellyNYC organiza unos eventos gratis en una piscina abandonada llamada McCarren Pool, en Williamsburg, que usualmente tienen muy buenas bandas tocando, además de vender la cerveza que me gusta tomar hoy en dia, Brooklyn Lager. Ultimamente, tengo una razón más... la gente juega dodgeball.
Cuando estaba en primaria, yo era conocido como un de los cuatro. Alexander, Edilia, Marcela y Eduardo (yo) eran los cuatro. Los cuatro eramos los que mejor jugábamos ponchados y en serio que eramos los mejores. Quién sabe dónde diablos andan estos personajes hoy en dia, pero quice años después los estoy recordando un resto. De Edilia me acuerdo fácil porque fué la primera novia que tuve... creo que duramos como dos semanas porque mi madre me hizo terminar (jajajaja). De Alex me acuerdo porque teniamos el plan de seguir estudiando en el INEM del Bucaramanga, para el bachillerato, pero mi madre no me dejó y me mandó (gracias!) derecho para el Tecnólogico (conocido también como el Instituto Técnico Superior Dámaso Zapata). De Marcela, me acuerdo que nos dimos besos alguna vez jugando botella, pero ni más. Pero lo que más recuerdo de ellos es lo buenos que eramos jugando ponchados... usualmente nos ponían en equipos aparte, dos y dos, porque cualquier otra combinación desbalanceaba.
El primer domingo que fuí a concierto gratis me di cuenta que había gente jugando algo con unas pelotas. Me acerqué de chismoso y fácilmente deduje que era una variación de mi juego favorito durante la primaria. En la Anexa, donde hice la primaria, jugábamos máximo con dos balones de volleyball y los que quedaran ponchados pasaban a la parte trasera del espacio del equipo contrario, pero no dejaban de jugar... cada vez que alguno de los balones seguían derecho ellos lo podían coger y tratar de ponchar a alguno de los que sobrevivían del equipo contrario. Se valía mandarle los dos balones a la vez, y de hecho era la estrategia. Si uno atrapaba la pelota, pues no quedaba ponchado e intentaba ponchar a uno de los que no habían sido ponchados todavía del otro equipo. Aquí, en los Estados Unidos, juegan con unos balones de plástico que rebotan demasiado, si uno es ponchado no puede seguir jugando (temporalmente), y si uno atrapa el balón entonces eso causa dos cosas... hace automáticamente que el que se lo lanzó sea ponchado y salga (temporalmente) del juego y que uno de los que habían sido ponchados antes de su propio equipo pueda volver a entrar. Tanto palabrerio pudo haber dado la imagen de juego complicado, pero no, es sencillo e inclusive esta modificación me parece lo suficientemente entretenida:
Si no tengo algún compromiso importante, allá estaré todos los domingos que quedan del verano. Quiere ir a jugar?
Cuando estaba en primaria, yo era conocido como un de los cuatro. Alexander, Edilia, Marcela y Eduardo (yo) eran los cuatro. Los cuatro eramos los que mejor jugábamos ponchados y en serio que eramos los mejores. Quién sabe dónde diablos andan estos personajes hoy en dia, pero quice años después los estoy recordando un resto. De Edilia me acuerdo fácil porque fué la primera novia que tuve... creo que duramos como dos semanas porque mi madre me hizo terminar (jajajaja). De Alex me acuerdo porque teniamos el plan de seguir estudiando en el INEM del Bucaramanga, para el bachillerato, pero mi madre no me dejó y me mandó (gracias!) derecho para el Tecnólogico (conocido también como el Instituto Técnico Superior Dámaso Zapata). De Marcela, me acuerdo que nos dimos besos alguna vez jugando botella, pero ni más. Pero lo que más recuerdo de ellos es lo buenos que eramos jugando ponchados... usualmente nos ponían en equipos aparte, dos y dos, porque cualquier otra combinación desbalanceaba.
El primer domingo que fuí a concierto gratis me di cuenta que había gente jugando algo con unas pelotas. Me acerqué de chismoso y fácilmente deduje que era una variación de mi juego favorito durante la primaria. En la Anexa, donde hice la primaria, jugábamos máximo con dos balones de volleyball y los que quedaran ponchados pasaban a la parte trasera del espacio del equipo contrario, pero no dejaban de jugar... cada vez que alguno de los balones seguían derecho ellos lo podían coger y tratar de ponchar a alguno de los que sobrevivían del equipo contrario. Se valía mandarle los dos balones a la vez, y de hecho era la estrategia. Si uno atrapaba la pelota, pues no quedaba ponchado e intentaba ponchar a uno de los que no habían sido ponchados todavía del otro equipo. Aquí, en los Estados Unidos, juegan con unos balones de plástico que rebotan demasiado, si uno es ponchado no puede seguir jugando (temporalmente), y si uno atrapa el balón entonces eso causa dos cosas... hace automáticamente que el que se lo lanzó sea ponchado y salga (temporalmente) del juego y que uno de los que habían sido ponchados antes de su propio equipo pueda volver a entrar. Tanto palabrerio pudo haber dado la imagen de juego complicado, pero no, es sencillo e inclusive esta modificación me parece lo suficientemente entretenida:
Si no tengo algún compromiso importante, allá estaré todos los domingos que quedan del verano. Quiere ir a jugar?
7 comments:
Sera que esos manes saben que es el Yarmis????
Cómo es el Yarmis?
No era Yermis?
Yo nunca jugué Yermis.
eso Yermis... pues habia dos equipos, unos ponchaban y los otros no se dejaban ponchar usando unos palos o bates... y la mision de lo que tenian los bates era armar una torre de tapas de gaseosa que previamente habian desarmado con la pelota... habia otras reglas y variaciones que dependian del barrio, el estrato o la calaña social a la que se perteneciera...
ahhhhhhhhhhhh si. Para mi ese era Yerbis, jajaja. Pero dodgeball es más parecido a ponchados.
alguno de ustedes recuerda como se llama la pelicual estado unidense que juegan un campeonato de ponchado?
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