El éxito de una banda siempre ha sido debido a la mezcla entre una buena música y una buena imagen, pero sólo reciéntemente yo lo he interiorizado. Tal vez porque escucho demasiada y necesito descartar rápidamente lo que no cumpla alguno de los dos requisitos. Ellos lo saben y juegan a hacerlo bien... sólo unos lo logran. Por ejemplo, Kings of Leon puede tener buen rock, pero dejan poco que desear con su imagen moderno-cristiana. En cambio, The Long Blondes no sólo está haciendo buen rock para bailar sino que lo está haciendo como con glamour... y funciona.
Usualmente le arreglo los ojos rojos a las fotos que tomo, pero esta vez combinan. Kate Jackson, la de la foto de arriba y cantante de la banda, posa para la cámara cada vez que puede mientras sube naturalmente con su voz en éxitos como Once and Never Again y Giddy Stratospheres. La chica sabe lo que hace... ella no sale a cualquier lado con ese vestido, aunque debería, porque le queda mejor que los jeans con los que la vimos después.
La bajista es otra que se las trae. Reenie Hollis es su nombre, parece recién salida de Los Picapiedra, y si acaso, cinco veces sonrió durante el show completo. La verga.
Durante las primeras cuatro canciones eso fué lo que me la pasé haciendo, echándoles el ojo a todos los de la banda y noté que actitud es lo que les sobra, pero todos sabemos que eso no es suficiente. Afortunadamente con la quinta canción, y de ahí en adelante, el concierto en realidad comenzó para mi, porque sentí que musicalmente están haciendo algo para poner cuidado. Cuando tocaron You Could Have Both, una canción en la que el guitarrista colabora también con su voz medio charlándole back to back a Kate, yo ya estaba sonriéndoles. Al final, con la canción que cerraron, Separated by Motorways, ya estaba convencido... mejor dicho, ya veremos como madura este asunto. [fotos del show]
[Album: The Long Blondes - Someone to Drive You Home (Sampler)]
Usualmente le arreglo los ojos rojos a las fotos que tomo, pero esta vez combinan. Kate Jackson, la de la foto de arriba y cantante de la banda, posa para la cámara cada vez que puede mientras sube naturalmente con su voz en éxitos como Once and Never Again y Giddy Stratospheres. La chica sabe lo que hace... ella no sale a cualquier lado con ese vestido, aunque debería, porque le queda mejor que los jeans con los que la vimos después.
La bajista es otra que se las trae. Reenie Hollis es su nombre, parece recién salida de Los Picapiedra, y si acaso, cinco veces sonrió durante el show completo. La verga.
Durante las primeras cuatro canciones eso fué lo que me la pasé haciendo, echándoles el ojo a todos los de la banda y noté que actitud es lo que les sobra, pero todos sabemos que eso no es suficiente. Afortunadamente con la quinta canción, y de ahí en adelante, el concierto en realidad comenzó para mi, porque sentí que musicalmente están haciendo algo para poner cuidado. Cuando tocaron You Could Have Both, una canción en la que el guitarrista colabora también con su voz medio charlándole back to back a Kate, yo ya estaba sonriéndoles. Al final, con la canción que cerraron, Separated by Motorways, ya estaba convencido... mejor dicho, ya veremos como madura este asunto. [fotos del show]
[Album: The Long Blondes - Someone to Drive You Home (Sampler)]
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