Eduardo wants revenge

Mi mamá si me dijo...

Mijo, llévese el traje que depronto lo necesita

... pero yo insistí en que no había chance de que me fuera a poner eso por aqui. Otra vez, Ma tenía razón. Vamos a ver cuántos dólares me cuesta el chistesito.

El lunes voy a Credit Suisse a presentar un examen cuantitativo y depronto, si me va bien en el examen, una entrevista. Será la primera vez que entre a alguno de los edificios elegantes de New York con todas las de la ley y no por la parte trasera para mensajeros o peor, por la puerta principal pero medio escondiéndome entre la gente para que seguridad no me pare.

Cuando vine a NY ese verano que ya les he contado, trabajé primero de mensajero llevando cajas de aqui para allá. Eso fue hasta que me botaron del trabajo por pasar tres dias en cama sin poder poner los pies en el piso pues los tenía llenos de ampoyas. Perros. Después me conseguí trabajo en un restaurante gourmet nuevo sobre la quinta avenida. Ahi, varias veces me tocaba repartir volantes en la puerta y muchas otras me enviaban a edificios altos de oficinas a interrumpir a la clase trabajadora llenándolos de nueva papelería... para la papelera.

Entrar a los edificios no era nada fácil, era imposible de hecho. Pero no había excusa que valiera para mis jefes. Una vez reté a uno de ellos diciéndole que ni el lo lograba... el se animó y claro, fuimos a un edificio y al doctor Tommy, super elegante Surafricano, lo dejaron pasar sin más ni más. Estoy seguro que escogió el edificio y todo... seguro ya lo conocían ahi... o es más, mínimo ahi trabajaba la esposa.

En fin, el lunes entraré por la puerta grande. Madison Av, la revancha ha llegado...