Ahora si... el matrimonio en Bucara

Me acuerdo que el primer dia de clases en los Andes, Carolina Soto era la sensación en ese salón del O en donde nos reunieron a todos los primíparos decididos a estudiar Ingeniería Civil. Estaba sentada en una de las filas del final, y yo de manera extraña también... usualmente siempre me siento adelante. Ya casi diez años después, dentro de un año, se nos casó la beldad. Se casó con David Botero, al que conocí ya hace cuatro años la primera vez que vine por NY. El joven me dió mala espina... pero pues no fueron más que celos... ya después de andar con ellos todo este tiempo por aqui y de practicamente haberles invadido el apartamento puedo afirmar que el man es una berraquera.

Yo desde hace rato había dicho que no iba a ir a Colombia al matrimonio e incluso había quedado de quedarme cuidándoles la gata, Kittie, pero travelocity me sorprendió con ese precio casi que regalado que definitivamente no me dejó nada más que hacer que pegarme la rodadita a la capilla de las nieves en Girón. Con todo y eso, no los pude ver el Sábado 12 de Noviembre decirse el uno al otro "I do"...

Yo me llevé un jean, dos camisetas, un par de medias, un par de zapatos, y una maleta llena de libros de mate y discos. Traje? Para qué? Mi traje estaba en Bucaramanga. La odisea comenzó cuando mi mamá me pregunta por lo que me iba a poner... y yo pues como asi? pues mi traje de grado... el único que tengo! Joven... su traje está en Bogotá. Esto no era el fin del mundo, pero como era yo el envuelto en el problema fue un gran problema. Mi obstinación por ponerme MI traje y no ninguno de los de mis tios, ni alguno alquilado que no me convenciera y que me tocara igual ponérmelo porque no había más, me llevó a pedirle a mi nona en Bogotá que saliera corriendo a ponerme mi traje en el siguiente vuelo que saliera para Bucaramanga. Yo tenía que ponerme mi traje.

El paquete iba a llegar en el vuelo de las 3 y pico de la tarde, pero como estábamos en Colombia algo tenía que pasar. Las almas peregrinas del Dorado se confabularon entonces para que mi paquete fuera ignorado y accidentalmente no fuera embarcado cuando se suponía... algo asi fue lo mejor que me pude imaginar tratando de igualar las ridículas excusas que me daba la doña de Deprisa por teléfono. Señor Eduardo Osorio, su paquete estará a las 4:45 pm en Bucaramanga para que se pueda casar... jajaja... inclusive ni bajo este malentendido se lograba obtener prontitud en el servicio.

El matri era a las 5:00 pm y a las 4:45 pm llamé a los papás de Carolina para ver si yo estaba de buenas y pasaba como en las novelas que la novia se toma su buen rato para llegar a la capilla, pero no esta vez... la novia iba a estar bien pronta para mi desgracia. Ya con mi mamá de muy mal genio conmigo por no haber salido a alquilar o a comprarme un traje, gracias a Dios o a las almas del Palonegro, finalmente el traje llegó a mis manos... el problema es que lo que me llegó fue una mezcla entre la ropa de mi abuelo, la de mi tio Raul y la mia. Gracias nona! (sin rencores, por supuesto)

Lo demás ya es historia. La pareja se veia de lo más bonita, hubo burbujas en vez de arroz, comelona y luego el parrandón... whiskey, whiskey y más whiskey... el Domingo, conjunto vallenato y papayera con chela (y con Chela, la mamá de Caro). La celebración continuará por NY.... yo no les he dado regalo! [fotos del matri]

Musiquita...

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